Tras una etapa introspectiva, de reflexión y búsqueda de sentido, Juan Soto vuelve a echarse un clavado a lo más profundo de sus emociones y pensamientos para regalarnos su cosmovisión y compartirnos la realidad del mundo que ha redescubierto.
Un mundo donde las segundas oportunidades existen siempre y cuando se tenga la humildad para crecer y aceptar los errores; y así resurgir desde lo inhóspito, como la improbable orquídea cuya existencia reta al pantano de donde nace.