Para Harmless, el proyecto de indie-rock que se encuentra con el bedroom-pop del nacido en México, radicado en Los Ángeles, Nacho Cano, las canciones afirman su supervivencia y hasta qué punto ha llegado.
En la montaña rusa turbulenta de la vida, pasó de una infancia solitaria como inmigrante mexicano en el sur de California a luchar por ser escuchado como artista, soportando un crimen casi mortal y finalmente logrando la certificación de oro, tocando shows con entradas agotadas y casándose. Ahora, Harmless comparte su álbum muy esperado, ‘Springs Eternal’, una obra increíbleque narra su vida en los últimos años. Además del lanzamiento, ha compartido el tema principal del álbum «CYA», que te recibe con una percusión envolvente y una melodía de guitarra soñadora.
Las 11 pistas de ‘Springs Eternal’ representan el viaje de autoreclamación de Nacho después de su escalofriante encuentro casi mortal con un conductor ebrio. Co-producido junto a Yves Rothman, el álbum se sumerge valientemente en las profundidades de la mente de Nacho. Desde lidiar con las secuelas del accidente y huida hasta navegar por las complejidades de su experiencia como inmigrante, el álbum es una mirada honesta a los últimos seis años de la vida del artista. El álbum ve a Cano revisitar sus raíces musicales, abrazando la simplicidad y autenticidad de sus primeros trabajos. A través de limitaciones autoimpuestas y un intenso enfoque creativo, Cano ha creado un álbum que sirve tanto como un homenaje a su pasado como un faro de esperanza para el futuro.
«Me esforcé por hacer de estas nuevas canciones una conversación con mi pasado, siendo los temas cosas que me encantaría decirle a mi yo del pasado, como mi matrimonio, mi relación con mi padre o mis sentimientos sobre la industria musical en su conjunto. Quería sentir que podía usar la música para superar una barrera formada por el trauma y conectar con todo lo que solía ser. A lo largo de este proceso, he tratado de ser optimista sobre ese sentimiento y la conexión que he establecido. Como dice el refrán, ‘La esperanza es lo último que se pierde’. En cada canción, estoy conectando con el avatar o fantasma que murió después de ese crimen», revela. «Estoy hablando conmigo mismo sobre mi matrimonio, mi trabajo en la industria musical y cómo me siento rechazado a pesar de haber cumplido los mayores sueños. Me estoy dando un momento para poder volver a mi pasado y darle un abrazo o un high five a la versión de 19 años de mí mismo. Ese es verdaderamente el objetivo del álbum.»
