El director James DeMonaco ha decidido regresar más crudo y directo para la tercer entrega de The Purge (La Noche de la expiación), que ahora se llama 12 Horas para sobrevivir: El Año de la Elección y que irónicamente se estrena justo a tiempo para las elecciones en Estados Unidos, tal vez es un mensaje a lo que podría enfrentarse la sociedad, al exceso de violencia y odio hacia los demás, esa facilidad a obtener armas, pero no nos desviemos de la película.
Para entender la película no es necesario ver las dos anteriores.
12 Horas para sobrevivir: El Año de la Elección cuenta con una protagonista que es la senadora Charlie Roan (Elizabeth Mitche), quien en carne propia sufrió la muerte de su familia y ahora es la principal opositora de Los Nuevos Padres que son guiados por Edwidge Owens (Kyle Secor), ahora toda su estructura se tambaleo por esta mujer, justo antes de las elecciones, toca la noche más larga de todas, donde todo puede suceder y nadie podrá reclamar.
Las dos anteriores logran mantenerte en suspenso, esta no se queda atrás con esas clásicas escenas de violencia tan reales, la gente llena de sangre que al darse cuenta de lo que han hecho se arrepiente, o tal vez sólo esperaban esa noche para poder hacerlo.
La meta de la noche será mantener con vida a la senadora, Leo es el encargado de lograrlo, pero en su camino se encuentra con traidores y tiene que exponerse a las calles, además de que algo nuevo que agregaron fueron los extranjeros, quienes buscan experimentar esa noche sin reglas y que te hace pensar en que tan hambrientos estamos de ver dolor que lo volvemos un deporte.
Una película recomendada para los que aguantan ese frialdad al matar, que buscan ese grado de adrenalina, además de ver como se entrelazan las historias, tratan de revivir el «sueño americano».