El cine de Jordan Peele se ha caracterizado por ser directo, crudo y su marcada crítica al sistema socio-político de E.U. lo podemos observar muy claro en «Get Out» y «Us» y que sin duda ha definido el camino de sus historias, pero ahora nos entrega otra visión.
Se nota que Peeele se relajo y decidió divertirse al crear a un personaje fuera de este mundo, literal. dándonos guiños de películas clásicas de ciencia ficción como «Encuentros cercanos del tercer tipo», «E.T.», «La mancha voraz», entre otras.
Teniendo estos referentes en su cabeza logro mezclara la critica a la televisión, a la sobre explotación de las infancias y de animales, todos el detrás de cámaras de una serie o una películas llevándonos a jugar el rol de presa y cazador de algo o alguien quien nos observa.
Los hermanos OJ (Daniel Kaluuya) y Emerald (Keke Palmer). Ambos heredan el rancho Haywood tras la misteriosa muerte de su padre y mientras tratan de sacar adelante el negocio familiar —un rancho especializado en la crianza de caballos para la industria de cine de Hollywood— son acechados por un OVNI, al que intarán capturar en video con el fin de lucrar con él y así salir del bache económico.
Logró tener sentido del humor, aunque no lo crean, cargado de sarcasmo e ironía. Son dos horas que te mantienen al borde de la butaca necesitan verla el IMAX para disfrutar la magnificencia del OVNI ahora mejor conocidos como FANI (Fenómenos Aéreos No Identificados), cada detalle visual y sonoro te van absorbiendo.
