Por: Fátima Espino
El 2018 nos entregó muchas joyas musicales que son imposibles de ignorar, aquí te presentamos 20 que estamos seguros expandirán tu universo sónico.
1.- The 1975 – Brief Inquiry Into Online Relationships: El tercer disco de la banda británica nos ofrece una original y ecléctica propuesta de lo que debe ser el rock para las masas, aquel que está perdiendo la batalla contra el género urbano. Con destellos de genialidad y mucho rock pop amigable, The 1975 nos vuelve a cautivar con letras que nos muestran la perspectiva millennial por pertenecer a una sociedad constantemente cambiante.
2.- Artic Monkeys – Tranquility Base Hotel: Después del éxito de AM, Alex Turner y compañía se aventuraron en un viaje a la experimentación, que si bien pudo no ser lo que los fans esperaban, sí aportaron la inventiva que la industria musical necesita. Se alejaron de los estándares y de las expectativas que se tenía de ellos para crear su propio mundo y estética, aspecto que siempre se agradece en una época donde la originalidad está perdiendo la batalla contra el mainstream.
3.- boygenius – boygenius EP: El EP del supergrupo formado por Julien Baker, Lucy Dacus y Phoebe Bridgers es una muestra de cómo una colaboración bien encauzada potencializa el talento de los involucrados. La armonía de sus voces nos envuelve en una atmósfera en donde ninguna de ellas se eclipsa, al contrario, cada voz se vuelve más poderosa. Si hay algo que reprocharle a este EP es su duración, te hunde sutilmente en una inminente melancolía para cortar de tajo en 21 minutos.
4.- Christine and The Queens – Chris: Un álbum creado alrededor de este personaje poderoso que nos habla de lujuria, sexo, depresión, ambición en un marco de pop electrónico representando así una bocanada de aire fresco, tanto en sus letras como en sus sonidos. Un despertar femenino muy acorde a los tiempos sociales y musicales.
5.- Courtney Barnett – Tell Me How You Really Feel: Tintes grunge con humor irónico es solo la punta del iceberg del segundo LP de Barnett. Las letras llenas de descontento, a veces directas y a veces pasivo agresivas, armonizan a la perfección con guitarras melodiosas y ásperas. En momentos nos recuerda los más grandes momentos del grunge, como si fuera una grabación perdida encontrada en un sótano en Seattle 25 años después.
6.- Father John Misty – God’s Favorite Customer: Este nuevo esfuerzo de Josh Tillman nos ofrece unas pinceladas setenteras que nos recuerdan el trabajo solista de John Lennon. Remordimiento, soledad, amor, son solo algunos temas que toca Tillman dentro del universo de God’s Favorite Customer haciéndolo probablemente su trabajo más vulnerable y honesto.
7.- Iceage – Beyondless: Esta banda punk de Dinamarca se niega a ser encasillada. ¿Post punk? ¿Pop gótico? Este fascinante caos sonoro es el acompañamiento perfecto a las letras de Elias Rønnenfelt quien crea un mundo casi comparable con una novela.
8.- Idles – Joy as an Act of Resistance: El segundo disco de los originarios de Bristol toca temas sociales con una sobresaliente ligereza. Es el clásico disco punk con todo lo que nos cautivó en la década de los 70’s, pero aderezado con los problemas sociales actuales como el Brexit y la masculinidad obsoleta aunado a tragedias personales de su vocalista Joe Talbot.
9.- Interpol – Marauder: Aún queda vida en la oleada post-punk neoyorquino de inicios del milenio, e Interpol es prueba de ello. Marauder consolidó la evolución de la banda tras convertirse en trío con un sonido más fuerte, imperfecto, más en bruto, aunado a letras más directas y la disponibilidad de experimentar, todo sin perder la elegancia que les caracteriza, tanto estética como musicalmente.
10.- Jon Hopkins – Singularity: Tras 5 años de espera, Hopkins nos entrega en su nuevo álbum el soundtrack de tus pensamientos más oscuros o incluso los más inverosímiles. A pesar de que en la primera escuchada pueden sobresalir los sintetizadores o proyectarte alguna imagen de inteligencia artificial, la melodía genera una reacción casi instantánea, no es ajena, es empática. Y así como puede llevarte a la serenidad, puede mostrarte las sensaciones más inquietantes.
11.- Kacey Musgraves – Golden Hour: Una fascinante mezcla de country, folk y electrónica es sola una parte de la paleta de sensaciones que ofrece Golden Hour. Un álbum atmosférico, casi espacial, que presume de la paz interior y te da un aventón por la ruta panorámica de la satisfacción personal y el amor encontrado. La magia está en todas partes y Kacey Musgraves está aquí para demostrártelo.
12.- Kali Uchis – Isolation: Un álbum que bien puede catalogarse como pop, pero ese pop que complace a cualquier escucha, tan rico en sonidos como en multiculturalidad. Cada canción tiene una personalidad, pero es la voz de Kali Uchis la que le da la homogeneidad que lo hace destacar del resto, te transporta a un bar de jazz, una playa o donde sea que quieras escapar.
13.- Kamasi Washington – Heaven and Earth: Un disco imperdible si quieres enamorarte del jazz, con arreglos que te harán alucinar. Este álbum doble nos regala dos arcos dramáticos entre tintes funk, pop y una hermosa incorporación de cuerdas los cuales nos dejan una sensación de satisfacción y urgencia por compartir la experiencia.
14.- Mint Field – Pasar de las Luces: El dúo tijuanense nos envuelve con una atmósfera hipnótica. Sus notas melancólicas y la voz etérea nos llevan por un recorrido catártico que incluso se puede traducir en un sueño sicodélico. Un álbum creado en su totalidad para dejarlo a la libre interpretación del escucha y sus diferentes estados de ánimo.
15.- Mitski – Be the Cowboy: Mitski creó sus canciones como perfectas muestras de relaciones dolorosas y conexiones fallidas, pequeños bocados que te dejan con ganas de más, como si solo te diera la llave para explorar tu propia ansiedad o recordar experiencias semejantes. Lo complejo lo hace simple, claro, pero sobre todo poderoso.
16.- Pusha T- Daytona: Solo bastan 21 minutos, 7 canciones para disfrutar del talento de este neoyoquino bajo la producción de Kanye West. Las temáticas no cambian: uso y venta de drogas, lujos, culpa; sin embargo, lo meticuloso de su creación permite que cada canción se sienta urgente, apremiante, actual.
17.- Robyn – Honey: La desilusión amorosa en perfectos beats poperos. Robyn no ha perdido su toque, sigue siendo la artista a acudir cuando quieres bailar y llorar al mismo tiempo. Letras poderosas con toques de los 80’s y 90’s hacen que este álbum (su primero en 8 años) se sienta como un espejo, pero también como una ventana en donde puedes apreciar al artista totalmente vulnerable.
18.- Rosalía – El Mal Querer: Dramático y romántico, no solo en letras, también en interpretación y sonidos. Tan clásico y tan actual. Rosalía le regala al mundo del pop matices poco explorados, una complejidad que la música latina tradicional presume y que no es valorada por el mainstream.
19.- Snail Mail – Lush: El disco debut de Lindsay Jordan nos embarca en un complejo recorrido por el dolor adolescente con un sonido maduro que no excluye a otras generaciones. Un álbum que te cautiva desde el inicio con una claridad musical que se siente tan natural que bien podemos ubicarlo en el indie clásico de mediados de los 90’s, casi olvidando que la intérprete nació en 1999.
20.- SOPHIE –Oil of Every Pearl’s Un-insides: Otro gancho al hígado al pop convencional. SOPHIE utiliza el típico sonido dance masivo para romper las barreras y llegar a nuevas profundidades. Abrasivo y lindo a la vez. Minimalista que recuerda a la Madonna de los 80’s. Un viaje que no te será indiferente.