Colaboraciones

Me lancé al Festival Ceremonia y pues «Im Too Old For This»

Hace unos días cumplí 28 años y decidí festejar como es debido, me compré un boleto para el Ceremonia y que era uno de los pocos festivales a los que me faltaba ir de la Ciudad de México… bueno, que se lleva a Cabo en el Foro Pegaso en Toluca y del cual sólo Nas era el único artista que necesitaba ver, aunque también tenía un poco de morbo por ver cual era el hype por Disclosure y Titán.

Esta ocasión no fui con mi compañera de festivales debido a que me dijo que tenía un montón de cosas que hacer el sábado y que prefería saltárselo, ni su emoción por la reunión de Titán la hizo cambiar de opinión. Entonces decidí aprovechar que otra amiga iba a cubrir el festival para una revista de la cual no puedo mencionar su nombre (ok, empieza con Fil y termina con Ter, saquen sus conclusiones) y le dije que nos fuéramos en coche, en fin que según Google Maps sólo era como 1 hora y media de camino y no habría transito por los autos que no circularían.

Llegué por mi amiga a eso de las 12:50 como habíamos quedado, pero casualmente salió como 10 minutos más tarde porque pues (inserte excusa de mujer que más le guste) así que ya lista emprendimos el camino para Toluca. Al cabo de 5 minutos sabía que sería una tarde complicada cuando nos quedamos sin reproductor de música y tuvimos que empezar a socializar como cavernícolas durante la hora y media de trayecto, por lo que omitiré nuestra plática e iré directo a nuestra llegada.

El camino es bastante rápido, si consideras que tienes GPS y de repente empiezas a ver un  montón de letreros anunciando el Foro Pegaso, este foro parece ser una copia más disminuida de la Curva 4 del Foro Sol y en donde no hay ni una nube que te cubra del intenso sol. Lo primero que hicimos al llegar fue pagar $150 pesos por el estacionamiento, porque al parecer en Toluca todos son millonarios y no basta con lo que pusiste de casetas, gasolina y el boleto, sino que necesitas dar ese extra para no quedarte ahí.

Llegamos a las 2:30 y a esa hora apenas estaban entrando todos, algunos andaban afuera socializando y otros ya andaban poniéndose pedos para aguantar el sol que azotaba el lugar. Entramos y nos fuimos directo a tomarnos la foto en el Tardis de Doctor Who y luego a ver un poco como estaba el movimiento en el lugar, siendo lo primero irle a meter dinero a la pulsera para consumir una chela o un refresco o un redbull porque no ibas a poder comprar con efectivo.

El festival contó con 3 escenarios: el Corona, Vans y el Absolute Camp Roswell (donde tocaban los electrónicos y que tengas que formarte como por media hora para meterte porque siempre estaba hasta el huevo). Primero nos fuimos a ver a Jesse Baez, quien venía promocionado su música R&B y en donde suele sampler algunas canciones como Tell Your Friends de The Weekend, por lo que esperaba mucho al respecto y tengo que admitir que cumplió mis expectativas y es que sonido te pone inmediatamente a bailar y olvidas que no hay sombra para cubrirte del intenso calor que teníamos ese día.

De ahí nos lanzamos a ver a Los Blenders, a quienes había topado el jueves en una fiesta y cuyas canciones son escritas como por adolescentes que andan aburridos y deciden tener una banda. Sus letras son como algo que escribes mientras estabas en la secundarias y quieres hacerte el cool y como ejemplo sólo tienen que escuchar Chavos Bien, entonces por ahí va la onda de sus canciones, además de que encajaban perfecto en el festival ya que la mayoría de asistentes andaban más por el pedo de socializar que por el de ir a escuchar a bandas. Simplemente eran las 3:00 y el lugar aún no alcanzaba la mitad de su capacidad.

Saliendo nos íbamos a ver a Alemán al escenario Absolute, pero había tal desmadre para ingresar que decidimos saltárnoslo e irnos directamente a Salón Acapulco, proyecto de Inigo Vontier y en donde suele mezclar rolas clásicas con un toque de electrónica para armar el desmadre chingón. Llegué mientras tocaban Tequila con algunos beats y una trompeta que ponía el chip para que empezarás a mover las piernas, todo iba perfecto pero el calor ya me andaba poniendo estúpido y decidí irme a hidratar mientras me sentaba en una de esas carpas que tienen sombra.

Tenía muchas ganas de ver a Ryan Hermsworth porque lo topé hace un año cuando estrenó la canción One For Me con Tinashe y que lo volvió uno de mis temas preferidos, probablemente todavía lo escuchó unas diez veces al día, por lo que me dirigí en camino y llegue justo a la mitad de su set, el cual no dejó nada de quejas ya que todos andaban prendidos por sus ondas hip-hop con algo de R&B y esos beats pegajosos que nos suben y bajan el ánimo por momentos.

Después de ver a Ryan me fui a sentar un rato por el área de prensa para ver si topaba a Nas y fanear de forma asquerosa, pero probablemente nunca llegó y en su lugar me topé a Thundercat, quien iba a tocar a las 6 en el escenario Vans y que iba con un traje de charro azul y con su bajo de 6 cuerdas listo para romper madres. Entonces jalé a mi amiga y nos fuimos a verlo, y aunque fue una banda que no prendió tanto porque su mood de jazz no iba tan acorde a la fiesta que todos esperaban, pues hizo lo suyo y emocionó a los 200 piojos que estábamos ahí y que quedamos satisfechos con lo que nos mostró.

Les juró que en verdad quería ver a Classixx, he estado esperando su nuevo disco desde hace meses y quería ver si presentaban algunas canciones en vivo, pero a las 6:35 mis piernas estaban un poco cansadas por moverme de escenario e intentar verme cool ante las chicas que iban con sus top y actitud de querer echar relajo con quien fuera, por lo que mejor me fui a comer e intentar tomar energías para las bandas que faltaban.

Me fui a comer y aproveché que mi amiga fue a hacer sus labores periodísticas para visitar nuevamente el escenario Vans para ver a Anderson .Paak & The Free Nationals, de quienes no tenía idea de quienes eran pero que me emocioné porque escuché unos acordes de Let’s Dance de David Bowie. Su propuesta me terminó gustando y ahí mismo me di cuenta cuenta que me he clavado demasiado con los clásicos y he dejado un poco esa emoción por descubrir cosas nuevas (me he convertido en mi padre que sólo escucha a Napoleón o cosas así) por lo que decidí ser un poco más open mind con las bandas que faltaban.

Tengo una pequeña laguna mental de las 7:30 a las 10:00 y es que el calor mezclado con algunos redbulls y chelas me dieron un bajón intenso, sólo me acuerdo que me topé a un compa que conocí en EMI Music mientras acosábamos a las Quiero Club, y que me dijo que estaba podrido y que se había perdido a Classixx por irse a comer unos tacos de 2 por $50 pesos.

A eso de las 9:50 le dije a mi amiga que nos lanzaremos a ver a Titán por la sencilla razón de que era su regreso y que tenía un chingo de morbo por ver a Silverio vestido como persona decente. La banda rifó muy cabrón y es que su sonido electrónico con letras que parecen salidas de pláticas de amigos que tenían meses sin verse y se fueron de peda fueron lo mejor, además de que la gente se prendió tanto que algunos olvidaron que iban con sus novias y decidieron disfrutar la música. En esa noche de regreso se hicieron acompañar también de Danette Newcomb (Sonido Lasser Drakar), quien le puso un plus a canciones como Dama fina, El rey del swing, Corazón, entre otras

Obviamente mi amiga y yo no éramos amplios conocedores de todas sus canciones y aprovechábamos algunos descansos para preguntarnos cosas como: ¿Tendrá Silverio su calzón rojo mientras esta tocando?, ¿Por qué el proyecto más famoso de Jay de la Cueva es Moderatto?, entre otras cosas y que algún día escribiremos al respecto.

Mi ansiedad crecía cada vez más y es que ya me urgía ver a Nas, quería verlo en vivo y así cumplir uno de mis sueños adolescentes, por lo que a las 11:30 me fui a meter al escenario Vans para tener un buen lugar y no me importó que mi amiga ya estuviera muerta y sólo se dejara arrastrar como muñequita de trapo. Pues ahí estaba esperando que Nas saliera y lo hizo a las 12 porque pues es Nas y puede hacerme esperar una pinche hora si quiere.

Aquí tocó todos los clásicos que uno esperaría como The World is Yours, NY State of Mind, además de que sampleo algunas rolas de Michael Jackson y Bob Marley para darle más potencia a la presentación. Creo que los que aman el hip-hop se fueron satisfechos con la presentación y es que rompió madres, simplemente tocó todo lo que uno esperaría y entregó un par de regalos para los verdaderos fanáticos, demostrando que el género no esta perdido en México y que un festival dedicado a eso haría feliz a más de una persona.

Terminando Nas ya me quería ir, me dolía la cabeza, las piernas y tenía que manejar de Toluca al Distrito Federal y de ahí para Texcoco, pero mi amiga me había aguantado en todo mi desmadre y era justo que yo me aguantará la hora y media de Disclosure por lo que la acompañé para que pudiera cantar canciones como: White Noise, F For You, Magnets, Omen, Holding On y si lo hizo, de repente la muerta que lleve a Nas recuperó fuerzas y empezó a gritar como desquiciada y a describirme una por una los audiovisuales que estaba viendo.

Nos salimos cuando la banda se fue por primera vez y ya no pudimos escuchar el regreso, aunque creo que se quedó tan contenta que olvidó sus quejas de media hora por el frío y de que ya estaba teniendo sueño.

Durante la manejada al Distrito me di cuenta que el Ceremonia es un festival para ir a fiestear, esa es su misión, ir a echar desmadre con tus cuates y descubrir a bandas que usualmente no pisan México, que trae una actitud de «Nos vale si te gustamos o no, aquí todos nos empedamos por el gusto de la música».

No es que me sienta viejo para ir a festivales, pero a veces me siento viejo para ir y no poder escuchar a las bandas porque los morros ya están pedos y andan llorando o simplemente porque van a socializar en lugar de ver las propuestas que traen. Creo que estamos un poco mal acostumbrados a la experiencia de un festival y solemos pensar que solo sirve para presumir en redes sociales que estuvimos ahí, que si no vamos no podremos pláticar de eso el lunes en la oficina o escuela y que seremos los bichos raros por siempre.

Amo los festivales pero creo que estoy demasiado viejo para ir a uno en el que a la mayoría no les interesa la música, soy el Danny Glover en Arma Mortal de los desmadres.

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