Hoy, Cerveza Modelo invita a los mexicanos a experimentar la maestría cervecera detrás de sus diferentes variantes a través de la campaña “Esto no es una chela, es Cerveza Modelo”, en la que el fuego actúa como poder transformador para el tostado de sus maltas, volviéndola así una cerveza sin igual.
El fuego es un elemento dinámico y transformador, capaz de convertir desde un pedazo de metal hasta un steak en algo sorprendente. Con “Esto no es una chela, es Cerveza Modelo”, la marca demuestra su experiencia y maestría en dominar este elemento para tostar sus maltas selectas con diferentes intensidades del fuego, logrando perfiles únicos de sabor y aroma que hacen diferente a cada etiqueta de la familia Modelo.
Al tostar meticulosamente la mejor selección de malta a fuego lento es como se obtiene el suave y balanceado sabor, así como el seductor tono dorado brillante de Modelo Especial. Para lograr el color cobrizo que caracteriza a Modelo Ámbar, la malta se tuesta cuidadosamente a fuego intenso, logrando el equilibrio perfecto entre los toques amargos y caramelizados. Redefiniendo la cerveza oscura, al tostar la malta a fuego ardiente, se obtiene el color ámbar intenso y las profundas notas de chocolate, café y caramelo que hacen única a Modelo Negra.
El proceso de elaboración no es lo único que hace a la familia Modelo algo excepcional, el maridaje con ciertos platillos y sabores es algo característico de Cerveza Modelo. La ligereza de Modelo Especial combina a la perfección con sabores frescos, así como con pastas, bruschettas, pizzas y tacos. Modelo Ámbar se lleva excelente con carnes, pescados y vegetales al grill; mientras que Modelo Negra es ideal para combinar con salsas complejas y llenas de especias, con platos agridulces y postres con chocolate.