Todos sabemos que los automóviles de la Formula 1 no fueran construidos para andar en la nieve, pero eso le importa poco a Rebull y al conductor Max Verstappen, quienes decidieron llevar el auto RB7 a 1,600 metros de altura en Kitzbuhel, Austria para mostrar su potencia.
Este fue equipado con llantas Pirelli y cadenas para que pudiera dar algunas vueltas en una montaña. Aquí les dejamos el vídeo.