Si hay algo que nos ha salvado estos últimos dos años de encierro, incertidumbre y ansiedad ha sido la música. Y es precisamente lo que también salvó a los Sexy Zebras ya no solo como banda, sino como hermandad más allá de las melodías.
«Una canción para resucitar» es una balada eléctrica, una canción melódica distorsionada y aguerrida que, como con «Marte», saca a relucir la facción más contenida y dulce de una banda que ha conseguido reinventarse y articular un discurso fuera de los clichés preestablecidos con los que se ha intentado catalogar al trío madrileño.
Ya conocíamos «Tonterías», «O todos o ninguno», «Jaleo», «Marte» y «Nena», cinco canciones de lo que será «Calle Liberación», inminente cuarto álbum de unos Sexy Zebras que están llamados a ser uno de los nombres habituales de festivales y salas durante todo el año, y que verá la luz el próximo viernes 25 de marzo.