Este viernes llega a las pantallas de cine la nueva película de los Estudios Laika llamada Kubo y la Búsqueda del Samurai de Universal Pictures y que sirve de continuación a la cinta Boxtrolls de hace un par de años.
La película tiene nuevamente la técnica del stop motion y que ha sido recurrente en sus trabajos, además de que han decidido la pantalla verde para así crear todo tipo de efectos en la parte de atrás como el mar y demás escenarios imposibles de recrear en su totalidad, a pesar del gran equipo que manejo.
Pero vamos a lo que nos importa, la película en si. Esta cuenta la historia de Kubo, un niño que ha perdido el ojo y que vive con su madre en una pequeña aldea de Japón en donde llegaron tras escapar de su malvado abuelo y sus tías que necesitan su otro ojo para que deje de ver a la humanidad como humano y los vea como dioses.
Tras quedarse más tiempo en la ciudad veremos a Kubo enfrentarse por primera vez a su familia y perder a su madre en el camino, sin embargo esta es reemplazada por un mono que ella mandó con su magia y en donde tendrán que encontrar una armadura para hacerle frente a los enemigos que se avecinan, el viaje es completado por un escarabajo samurai que los ayudará a cumplir su misión.
La cinta no solo es visualmente deliciosa sino que además cuenta con una de las historias más humanas que hayamos visto en años, aquí no caeremos en la lágrima chantajista de estudios como Disney sino que veremos el crecimiento de estos personajes y como su amistad va creciendo tanto que se vuelve difícil ver cuando a alguien le pasa algo.
Los efectos son dignos de cualquier cinta con alto presupuesto, a pesar que no es su caso, y podemos darnos cuenta de que les importan más contar una gran historia que pensar en una secuela. No queremos spoilear mucho pero la música es una parte importante de esta y probablemente de las cosas más emocionantes que verán en este año.