La directora Natalia Almada nos presenta su película Todo Lo Demás y en donde conocemos a Doña Flor (Adriana Barraza), una mujer llena de rutinas de las que no puede escapar por ella misma y que trabaja dentro de una oficina gubernamental en donde busca fugarse dentro de sus manías y en su trato a los demás, volviéndose ese cliché de trabajadora burócrata
El caos de vivir en la ciudad, la violencia en todos sus niveles, el ir y venir en el transporte público las actividades cotidianas hacen muchas veces que no logremos tomar un respiro de lo que nos acontece a lo largo del día, hay que buscar esas fugas sean sencillas o complejas. ¿Quién no tiene sus rutinas marcadas? y ¿Cómo surgió la idea?
Se empezó como un documental, pero se transformó en una historia de ficción sobre la vida de una trabajadora gubernamental, todas las que están sentadas en sus ventanillas. El reto es como mantener con una sola actriz todo el drama y los demás personajes externos. Adriana Barraza sostiene la película sin mayor problema dejándola explorar las emociones, conforme Natalia iba escribiendo a Doña Flor siempre se pensó en Adriana Barraza.
Suena complejo solo tener un personaje en la mira, sobre todo si es rutinario, pero cada día cada escena te mostraba un rostro diferente, Adriana Barraza logra involucrarte en su en su visión de su mundo, por que en el no lograba interactuar nadie, se quedaba siempre en la superficie. Al involucrar personas ajenas a la actuación que formaran parte de este microcosmos lo nutren de una manera sencilla y liviana siendo la muestra de lo inmersa que estaba en su misma, hasta que un acontecimiento rompe su rutina…
Se quería filmar la película con un mundo real, transmitir la idea fue difícil, se tenía que hacer una filmación ligera, llegar a transmitir la violencia a través de la burocracia para poder subir por las emociones, hasta llegar a tener un contacto humano. La propuesta estética tiene que ver con la vida de doña Flor, todos los días hace lo mismo, es cómo logramos la estética, al morir el gato rompe su rutina, es ver cómo es su reestructuración del personaje y su vida, es como cambia la estética.
Todo lo demás es así de sencillo como se resume una breve mirada en el mundo de Doña Flor que es una trabajadora gubermanetal como cual quiera que nos hemos encontrado.