Lo primero que dijo el director Jonathan Jakubowicz y el actor Edgar Ramírez de la película Manos de Piedra es que era una película latinoamericana con con presupuesto gringo, lo cual se nota ya que desde el primer momento se escucha un discurso del orgullo panameño y como estos buscan liberarse de la hegemonía norteamericana.
La cinta es una biografia del boxeador panameño Roberto «Manos de Piedra» Durán, quien es mundialmente reconocido como el mejor peso ligero de todos los tiempos, y como empezó su camino odiando todo lo que tuviera que ver con el vecino del norte debido a que padre era americano y lo abandonó.
Esta intenta no explorar demasiado en las peleas sino en él como persona, desde sus inicios pobres hasta sus excesos y grandes fiestas ya cuando es su celebridad, además de su forma en meterse a la cabeza de sus rivales para que estos perdieran la pelea desde el inicio.
Cuenta con buenas actuaciones, sin embargo por momentos se ven desperdiciados ya que no tienen gran relevancia, tampoco tiene esa emoción que nos han entregado cintas como Rocky o inclusive Creed ya que no vemos el resurgimiento de un héroe ni la caída de uno como tal sino como es como la herida de un ego y alguien que te cae mal en los primeros 20 minutos de la cinta.
Manos de Piedra no es la mejor ni la peor cinta de boxeo, sin embargo creemos que hay otros boxeadores que merecían contar una historia de redención.
