En los últimos años hemos visto a DC y Warner Bros intentar crear un multiverso al puro estilo de Marvel que conectara sus películas, sin embargo el experimento fracasó por falta de paciencia y lo único que obtuvimos fueron un par de personajes en la pantalla grande que funcionaban bien solos pero no como equipo.
Pero si te pones a pensar eso es lo que mejor le funciona a DC, incluso en sus cómics, estos personajes son dioses solitarios que solo en ocasiones muy importantes pueden unirse, y a partir de ahí Warner ha encontrado la formula de sus películas, hacer cintas en solitario sin conexión alguna y enfocarse en ellas, para también tener otro universo en donde sus películas si estarán unidas.
A partir de ese enfoque hicieron Joker que fue un éxito y que demostró que si pueden contar historias más series enfocadas a un publico adulto que quiere conocer más de cerca a sus personajes. Ahora han decidido dar el siguiente paso con Batman y para hacerla decidieron escoger a Matt Reeves, quien hizo una excelente re-interpretación del Planeta de los Simios con César como líder, y quien tenia la difícil tarea de encontrar al actor perfecto para hacerlo. Finalmente se desencantó por Robert Pattinson y quien por su trabajo anterior era una elección perfecta.
En esta ocasión Reeves decidió dejar de lado al Batman que se codea con Superman y sus super amigos para enfocarse en el que se está más cerca de su ciudad, por lo que aquí lo vemos en su segundo año como el encapuchado que está lleno de odio y que no sabe bien como debe interpretar su papel como Bruce Wayne, toda la ciudad es un caos y criminales salen de todas partes intentando destruir lo poco que arregla cada noche.
La trama de la cinta es sencilla, después de dos años acechando por las calles de la ciudad como Batman, e infundiendo miedo en las mentes perversas de los criminales, Bruce Wayne está sumido en las profundidades de las sombras de Gotham City. Este vigilante solitario cuenta con pocos aliados de confianza y eso le ha llevado a convertirse en la única encarnación de la venganza entre sus conciudadanos. Cuando un asesino apunta a la élite de Gotham con una serie de maquinaciones sádicas, un rastro de pistas crípticas lleva al «mejor detective del mundo» a realizar una investigación en el inframundo.
Aquí vemos a Batman descubrirse así mismo mientras combate con este criminal que no solo lo pone a prueba sino que lo hace dudar de si mismo, las tomas son close ups para hacernos sentir su angustia, las imagenes reflejan la oscuridad y desesperanza qué hay en la ciudad, mientras que la música nos pone ansiosos por saber que es lo que va a suceder.
Es un thriller que nos lleva poco a poco a descubrir la verdad, da paso a una secuela y sobretodo hace que veamos a Batman con un enfoque mucho más humano, teniendo que lidiar con problemas como cualquier otra persona y cargando una responsabilidad que no pidió pero que se siente responsable de llevarla.
Una película bien armada que da paso a contar historias mucho más cercanas a la realidad y que busca crear un universo separado de lo que estamos acostumbrados a ver.