Cerramos la semana de competencia dentro del Festival Internacional de Cine de Morelia con la película «Olimpia» del CUEC, un homenaje a los estudiantes de 1968 que realizó JM Cravioto junto a la Facultad de Artes y Diseño para lograr la técnica de rotoscopía, es pintar a mano cuadro por cuadro
«Raquel, Rodolfo y Hernán son miembros de una brigada en la UNAM durante el movimiento estudiantil en 1968. Por medio de sus fotografías, filmaciones y escritos, conoceremos la historia del día que el ejercito tomó la universidad».
Olimpia tien fragmentos del documental «El Grito» realizado por el CUEC que recopila escenas del movimiento estudiantil, ¿el CUEC te sedió las imágenes?
JMC: Me acerque a la UNAM para que me prestaran la película «El Grito», y soy egresado del CUEC, crecí leyendo las historias, y cuando la escribí quería hacer una homenaje por eso tomamos unos minutos y las insertamos para que tuviera esa fuerza de realidad. Recrear la época es muy costoso y lleva su tiempo, por eso decidlos crear una historia con la animación que dejaría a un lado los actores y los inmuebles, para que la historia fuera la importante.
¿Cómo fue el proceso creativo?
Se intervino el cuadro manualmente por la Facultada de Artes y Diseño. Filmandolo en 8 x Segundo con 12 días de filmación, fuimos buscando lugares que aún fueran de la época, fue pedir prestado los espacios, en la UNAM buscamos lugares que aún conservarán la arquitectura, todo iba en base a lo que se iba a dibujar, usamos Photoshop para poner más muebles y arte.
Para recrear el cine usamos una fotografía fija de un cine de los 60, los sentamos en cubetas para ponerlos en una greenscreen para ir resolviendo.
Queremos un país mejor podemos recordarle a los jóvenes que hubo otros jóvenes que ya han luchado por el cambio.
¿Cómo escribiste el guión?
El guion se escribió desde que era niño en mi cabeza se había creado una historia y desde niño veía las fotos, saber que algún día me podrían matar así fuí leyendo historias del 68.
Cuando conocí a los maestros del CUEC, sobre todo a Alfredo Sánchez, el maestro de fotografía, me contó su historia y como se involucraron en el movimiento, y su hijo hizo el score. Las historias de mi papá y las juntas en la prepa, mi abuelo le prohibió salir. Desde ahí me inspire en varios personajes que nacen de la realidad.
Estéticamente es un logro detallado de cada una de las manos que participó en la cinta, las historias se entre mezclan aunque no logran concretar al final sin embargo tiene toques históricos que tal vez no muchos desconocen como el poema uruguaya, Alcira Soust Scaffo, quien dentro de su encierro escribió un poema que sale al final de la cinta.