Colaboraciones

El Cntrl Fest se volvió uno de los mejores festivales de este año

Por: Oscar Morales

Es sábado 28 de abril, son las 4 de la tarde, me preparo para Cntrl.fest, uno de los festivales que más
necesitaba una escena caída en el olvido en nuestra ciudad, la escena de música electrónica de culto, de nicho, “obscura” si nos referimos a ella en un corto y arquetípico término. El cielo se observa nublado, baja la temperatura, me encuentro en la calle de Álvaro Obregón, listo para manejar hacia el lugar, pero primero una pausa para comer y llegar listo. Para mí sorpresa comienza la lluvia, no una ligera y pasajera, se vuelve intensa, violenta llena de granizo, caudales de agua, viento y esferas de hielo comienzan a crear un paisaje frío y blanco, pareciera la escena de algún lugar nevado dentro de la ex Unión Soviética.

El torrencial me deja mojado, con frío y con prisa por llegar, olvido taparme por el calor intenso horas antes. Mi camino se ve plagado de agua, hielo, frío, calles llenas de hojas como si podaran árboles con cuchillas que rasgaron todo; a metros de llegar al WTC, hay un árbol caído, tal vez producto de la intensa lluvia o de los inclementes rayos que poblaron el cielo. Sea lo que fuere el tráfico de sur a norte se hace imposible, para mí sorpresa bajar es lo de menos, estar seco y con que taparse es la meta. Una vez en el lugar voy descubriendo que así cómo está inesperada lluvia y granizo, esta renovación del ambiente, la misma escena que hace 20 años estaba plagada de cientos de jóvenes vestidos de negro, se han convertido en cientos de adultos que aún mantienen el espíritu de una escena que alguna vez fue la cuspide a finales de los años 80 hasta mediados de los años 90.

Estoperoles, chamarras de cuero, pantalones entallados, botas, algunos con shorts, otros más resaltan por no usar color negro, la etiqueta del festival, plagados con playeras de Front 242, es el ambiente ideal para Cntrl. Es importante decir que, aunque pareciera una escena que se quedó atrapada en un tiempo y lugar, existen nuevos entusiastas por oír la estridencia de bandas ahora ya perdidas entre los más selectos gustos. Eso me da idea que no se ha perdido si no se ha renovado.

El inicio del festival lo marcan las bandas más experimentales y creativas que por momentos parecen salir de la idea que Cntrl solo está enfocado en la nostalgia de vanguardias de la electrónica mas pesada, incluso hicieran muy buena referencia al industrial, pero estos actos demuestran que se puede pertenecer y a la vez sonar con tintes obscuros y duros. Escuchar a Nonotak Studio, Tom Furse y Richard Divine, fue una experiencia que cabe y recuerda festivales como Mutek, sonidos cargados de glitch, disonancias, estridencia, actos originales que resaltan porque el público se dio una prueba de un sonido fresco y diferente a las bandas estelares, siendo que aunque sus actos eran los primeros y abrían el paso, fue la mitad del aforo que después congregó el lugar los que nos dimos cita para presenciar estos actos que si bien parecieran demasiado experimentales, atrajeron al público más joven de la concurrencia, esto también debido al proyecto alterno de uno de los miembros de The Horrors. Actos plagados de visuales impresionantes que atrapaban, algunos en un concepto abstaracto, cubista o dada, añadiendo que escenario tuviera por fondo una mega pantalla led y no solo cortinas, cambia mucho la percepción y la susceptibilidad a estilos tan parecidos musicalmente hablando.

Conforme avanzaba la tarde noche, mi ropa secaba, tenía los tenis húmedos, el calor y lluvia dio paso al frío y nuevos actos. Al igual que algunos asistentes recurrí a comprar algo de ropa para cubrirme, bastó una sudadera, para algunos conseguir playeras de este festival fue la prioridad, al igual, quiénes prefirieron engrosar largas filas por cerveza o comida dentro del lugar.

Para las 7:50 de la noche ya estaban en el escenario una de las bandas que más esperaba el público, The horrors, conjunto inglés que sirvió de parte aguas entre los abridores y los estelares, aquí la estridencia y ruido de guitarras, bajo y batería hizo un cambio drástico a sonidos mecanizados y digitales; la presencia de The Horrors nos convocó a bailar a cantar, despertar y sacudirnos la lluvia, el frío, las luces y los fondos cambiaron entre anuncios del festival a su simple nombre en mayúsculas, fue cuando canciones nuevas y éxitos se mezclaron, “who can say”, “sea within a sea”, temas nuevos como “hologram”, “something to remember by” entre otras canciones, marcaron marcaron la noche, con un público feliz de volver a verlos, que cantaba, bailaba, que se enardecía y vibraba con la voz de Faris Rotter, en un look que nos recordaba un poco sus inicios de cabello largo, entre cortado, blazers, ropa negra y ajustada, una actitud desencantada y enérgica, pero que a 10 años de su arribo en México, aún conservan sus raíces, entre guitarras potentes que brindaba Joshua Third, entre post punk, shoegaze, electrónica y capaz de sonido, es uno de los shows que marcaron más la noche, sus variables y altibajos entre discos y temas, nos condujeron progresivamente a Década 2.

Para esta altura de la noche, algunos abandonaron la sala para salir a fumar, comprar mas bebidas, platicar, comprar algún souvenir o simplemente dejar el lugar, es algo que marca en este festival a diferencia de otros realizados en la ciudad; el constante ir y venir de las personas que solo esperaba a Gary Numan o Front 242, aquí se distinguen los iniciados de los que ya navegan con bandera en alto la escena. Década 2 es la pauta para separarlos, el sonido bailable y estridente que lanza, y no solo eso si no la oportunidad de reencontrase con un público que hace 33 años los dejo fuera de la escena en vivo y de un legendario concierto con Front 242. Un grupo de vanguardia en mexico que demostró que los años qué pasó guardado rindieron frutos al tener un público bailando, disfrutando visual y auditivamente, Mateo Lafontaine siendo ahora el lider indiscutible de Década 2, proyecto no solo nostalgia, potencia, baile y energía, nos atrapó también con sus mensajes de izquierda, en un año tan convulsionado para el país, es más vigente ahora que nunca el discurso de Mateo, quien nos recordó que es el año de un cambio, que si bien para Década 2 representa una reconciliación con su público y con la escena, también significa un cambio en la ideología de los presentes quienes dejaron detrás el incidente del Ángela Peralta y que se enardecieron más al bailar y disfrutar éxitos que se han ido transmitiendo en generaciones que lo vivieron y quienes buscan tenerlo más presente que nunca.

Cuando estaba cerca la hr de cerrar el set de Década 2 fue abruptamente cortado, tal vez por cuestiones más de tiempo que sobre su discurso al cambio en este país; lo cual dio paso a que prepararan todo para escuchar el nuevo proyecto en el que Douglas McCarthy (ex Nitzer Ebb) junta a varios musicos de la escena EBM para formar una súper banda: Black Line. Es innegable la marca de McCarthy en la banda, desde el sonido y los arreglos que por momentos me transportan a la presentación de Nitzer Ebb en 2007, aunque existe un agregado, la diferencia de décadas y la energía de la banda, es muy diferente, menos mecánica y sinergica, esta presentación tiene el balance adecuado, entre la máquina y el hombre, el sonido te hace sentirte vibrante, bailar, seguir a McCarthy en sus movimientos, baile, cantos, es un hombre que se mueve a lo largo del escenario libre y ala vez acompañando por sus músicos, quienes tocan desde sintetizadores, pads, guitarras, sin duda su proyecto más reciente combina ese sonido clásico del EBM con toques más recientes y presentan un balance que el público recibe de manera formidable.

Para las 11:30 de la noche, el acto estelar más esperado comienza, Gary Numan, de pronto las luces apagan, y nos sorprenden explosiones solares, nos impacta una luz que irradia de las pantallas, de pronto, aparece sus músicos, toman posiciones y del medio del escenario surge Numan, ataviado con un look futurista, todos de ropa blanca en alusión a un mundo futurista, el show da por arranque, suena “Ghost Nation” y la gente grita, se arremolinan lo más que pueden, en parte debido a la  separación que existe entre los que tienen general A y B, solo eso los detiene de acercarse a ver a un Gary Numan al cual los años no han sido su enemigo, al cual la edad pareciera no pesarle, no lo ha tocado lo suficiente, solo le ha dejado un par de arrugas pero sigue intacto, energetico, todo un front man, Numan continúa su set atacando con primero con piezas de su más reciente material y con tracks renovados de su catálogo, esto se nota en temas como “Cars”. Esa renovación por momentos hacía recordar a actos como NIN o Bowie, a pesar que trabajo de Numan es previo, se nota la influencia, el reconocimiento y la colaboración. Sin duda Gary Numan nos dejó satisfechos a muchos, nos emocionó y nos dejó con la esperanza de volver a verlo en la ciudad en una fecha no muy lejana.

Es pasada la 1 de la mañana, muchos de los que asistimos a Cntrl estamos cansados, exhaustos, algunos dormidos, otros apenas llegan y preguntan en qué momento sale Gary Numan o NIN, entre tantos asistentes que somos comensales del género, significa mucho la espera, porque tras un par de años de no pisar la ciudad, regresa uno de los estelares del EBM, Front 242. Ataviados como siempre, cuero negro, botas, lentes, energía potencia, la edad no es un impedimento para Front, aunque se nota los años de carrera, llegan para arrasar. Nos llevaron por una selecta mezcla de temas variados de su catálogo, cargado de baile, estridencia, ritmos mecanizados, sampleos cargados de ruidos industrializados, todo en temas que encantaron al público como “Headhunter”, “Moldavia”, “Operating Tracks”. Front 242 salda una deuda atrasada con sus primeros y nuevos fans, muchos de los presentes se sienten felices de verlos una vez más y se nota más allá del cansancio y la edad, se nota en el retomar por una noche mas, ese alter ego que alguna vez los escucho, los bailo y que por este sábado, volvió a salir para sentirse joven en una velada llena de nostalgia, obscuridad y urbanidad, de futurismo. Sin duda un festival que seguirá obteniendo eso de este público sediento de ver bandas que alguna vez marcaron  y siguen marcando un antes y un ahora en la música producida por medios digitales.

Written By

Somos varios robots que trabajamos lo más rápido que podemos para traerte toda la información acerca de música, cine, televisión, cultura. Visítenos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *