Por: Fátima Espino
La banda californiana Sego ha lanzado su segundo álbum titulado “Sego Sucks”, título surgido de
un hiriente hashtag en redes sociales. Spencer Petersen y Thomas Carroll no solo tomaron esta
“crítica” para incluirla en el nuevo material, sino también añadieron a dos miembros más a la
banda: la bajista Alyssa Davey y Brandon McBride quien se encarga de la guitarra y los teclados.
Con estos dos ingredientes sobre la mesa, no podíamos esperar menos de Sego mas que
evolución.
Esta evolución vino de la mano con la inclusión de más guitarras y menos sintetizadores, a pesar
de que aún tiene ciertas similitudes que nos recuerdan a Beck, Sego está despegándose poco a
poco de las comparaciones para encontrar su propio sonido.
El disco abre con “Neon Me Out”, un track fuerte en guitarras que nos remontan al rock
alternativo de mediados de los noventa. Coro pegajoso que nos abre la curiosidad por el resto del
álbum.
“Give Me” continúa con la línea de riffs para disfrutar, mientras que “Heart Attack” va subiendo el
volumen para darle paso al primer sencillo, “Shame”, un tema mucho más experimental en
comparación a los primeros. Muestra una versión de su sonido más apegada a su disco debut.
“Whatever Forever” nos regala una de las líneas de bajo más destacadas del disco, y
probablemente el tema que mejor representa al Sego actual. Caos sónico que tiene sentido.
“Sucker/Saint” inicia revolucionada y con ciertos tintes de Kurt Cobain en la voz inicial para
después tomar su propia personalidad. Otra de las canciones destacadas del álbum. Fresca pero
claramente influenciada por la escena alternativa de hace dos décadas.
“Anvil Hands” nos permite descansar de los riffs imponentes para llevarnos a un lugar más íntimo,
más digerible, pero no menos experimental. Sego también crea ambientes emotivos, y esta balada
demuestra que su sonido no es monocromático, sino hay muchos matices por descubrir.
“High Tide” y “Buy Time” nos devuelven al camino de los bangers para cerrar con broche de oro,
otra canción destacada del material: “Coming Home”, un track que nos envuelve con un piano
delicado y una voz mucho más sutil.
“Sego Sucks” es una excelente forma de darle “cachetada con guante blanco” a todos sus
detractores. Un disco maduro en su propio y peculiar sonido, aún se le pueden notar sus
influencias a primera vista, pero es parte de la evolución y de su identidad.
Sego tiene mucho más que experimentar, y nosotros mucho más por descubrir de ellos, pero lo
que sin duda nos deja “Sego Suck” es que el rock alternativo sigue latente y no tarda en dar
nuevos frutos.