Antes que nada tenemos que aclarar que esta no es para aquellos fanáticos de las películas que se exhiben en un cuarto oscuro de conserje durante un festival de cine en un país remoto y de la que nadie ha escuchado, no, Rápidos y Furiosos 9 (Fast 9) es para aquellas personas que quieren regresar al cine a ver carros a máxima velocidad con situaciones extremadamente ridículas en una mega pantalla y sorprendiéndose cada vez qué aparece uno de los personajes que los han acompañado en los últimos 20 años…. Después de eso podemos continuar con la reseña.
Esta nueva entrega de Fast & Furious, podríamos llamarlo universo, inicia cuando Toretto vive con Lety y su hijo en un lugar perdido de Dios en donde busca esa paz que tanto ha deseado, pero todo cambia cuando miembros de su crew llegan para pedirle ayuda para rescatar a uno de sus amigos y de paso recuperar un artefacto que destruirá todo (si, casi la misma trama que las últimas 4 entregas), por lo que Toretto tendrá que dejar esa vida para ponerse otra vez bajo el volante y ayudar una última vez.
Todo ocurre de acuerdo a lo que estamos acostumbrados; carros haciendo lo imposible, la llegada de caras conocidas, algunos villanos que han aparecido en las últimas entregas, un ejército centroamericano que no sabemos porque están ahí, chistes y una trama que parece demasiado churro para tomarlo en serio, sin embargo todo cambia cuando Toretto se encuentra a su hermano a quien exilio en su juventud y es cuando en verdad se pone interesante.
La cinta continua con flashbacks en donde conocemos más sobre el padre de Toretto y la relación con su hermano, como surge su código de la familia, la motivación que tiene para hacer las cosas, cuenta con excelentes coreografías filmadas de forma genial por Justin Lin, esta intenta meter demasiado y a pesar de esto la cinta no se siente pesada ya que toda acción tiene un fin, incluso el rumor del espacio está bien justificado y todavía hay tiempo para que esta se vuelva un poco meta al repasar todo lo que han hecho a lo largo de 9 cintas y preguntarse ¿Acaso somos invencibles y no podemos morir?
Esta toma todo lo absurdo que han tenido en los últimos años para burlarse de si misma, en ningún momento busca tomarse en serio y tampoco promete ser algo que no es, a decir verdad el hilo conductor de que la familia es lo importante es el mantra con lo que se maneja y te muestra como todos los personajes están conectados… quítate Marvel que este es el verdadero universo cinematográfico.
Si están todavía dudando sobre si regresar al cine les decimos que Fast 9 es la excusa perfecta para hacerlo, las dos horas y cacho que dura valen la pena, nunca cabecearás porque siempre está sucediendo algo en la pantalla y sobretodo hacen que Reto En Tokio se vuelva relevante y te den ganas de volverla a ver.