Nunca he sido un experto en el hip.hop, ni siquiera puedo decir que conozco a todas las bandas del género que han salido, mi conocimiento del tema se reduce a lo que vi en películas de los 90 en donde los policías iban a algún barrio de Los Angeles o Brooklyn y en donde una pandilla estaba fuera de un vecindario mientras escuchaban algunos discos y planeaban su próximo ataque.
Usualmente estas pandillas ficticias escuchaban discos de Tupac, N.W.A, Public Enemy y A Tribe Called Quest, esta última liderada por Phife Dawg y cuya muerte se confirmó el día de ayer a los 45 años a causa de diabetes y que había sufrido desde 2008 cuando le trasplantaron un riñón.
Hablar de Phife me llevaría hojas y podría hacer lo que hacen todos los medios y hablar sobre la influencia que su música y letras han tenido en la industria, como su sonido perfeccionó lo que actualmente conocemos como hip-hop y que sin su trabajo personas como Vincent Staples, Kendrick Lamar, Kanye West, Drake, Jay-Z no existirían, pero eso ya lo sabemos.
Creo que en realidad quiero escribir sobre lo que su música me hacía sentir y que probablemente hacía lo mismo por otras personas. Recuerdo que la primera vez que los escuché a A Tribe Called Quest fue porque compré el The Low End Theory en una tienda de cassettes y fue porque me gustó la portada, enseguida lo puse en mi walkman y me gustó el sonido porque en esa época mi inglés era básico y no podía entender las rimas, aunque en la noche buscaba las letras en mi internet lento y ahí intentaba traducir lo que podía.
La música y las letras de sus canciones hacían que te dieran ganas de bailar aunque no lo hicieras, simplemente moverte y expresar lo que sentías con tu cuerpo, de ir a una fiesta y poner la música para que todos sintieran esa sensación de ser invencibles, de ver como todos intentar rapear a pesar de que en realidad nos víeramos ridículos, simplemente disfrutar el momento y esperar que durara por siempre.
Hay pocos artistas que te hagan sentir esas cosas en la actualidad, pocas veces escuchas algo nuevo y te emociona de esa manera, no sé si fue la época en la que salió y las experiencias que vivió, pero lo cierto es que su legado perdurará por muchos años debido a que no solo te hacía sentir bien contigo mismo sino que hizo que todos nos uniéramos para escuchar su trabajo y en la actualidad eso es difícil.