En los últimos meses se habló mucho sobre la comedia Un Espía y Medio y en donde Kevin Hart y Dwayne Johnson intentarían llevar su química como amigos a la pantalla grande, además de intentar mostrar un poco esa comedia física que le ha faltado al género en los últimos años.
Ahora la película se ha estrenado en salas y tenemos que admitir que es mucho mejor de lo que esperábamos. Primero la primicia es lo más importante, el chico gordo de la preparatoria es un día salvado de la humillación por el chico popular, años después vemos al chico popular tener una vida un tanto mediocre y que esta a punto de tirar la toalla, hasta que el chico gordo (que ahora es alto y fuerte) lo llevará a una misión en donde tienen que rescatar al mundo de una catástrofe.
La cinta suena sencilla, sin embargo cada vez se va volviendo más compleja ya que no sabes si el tipo bueno es en realidad bueno, a lo mejor se volvió malo y eso lo hace emocionante. Ambos actores trabajan demasiado bien sus papeles y nos muestran una química que es muy difícil de lograr (no por nada volverán a trabajar juntos en el reboot de Jumanji), además de que en verdad tienen un par de bromas que solo ellos habrían podido lograr y usan su aspecto físico para llevar el chiste más allá.
No es necesaria una secuela, pero se agradece el esfuerzo de hacer las cosas bien para variar.