Director: Gabriel Mariño
Guión: Gabriel Mariño
Un solitario personaje de la Ciudad de México desliza su existencia cambiando incontrolablemente de cuerpo. Sin saber cuándo cambiará, vive una vida monótona viajando entre cuerpos, los cuales termina abandonando. Su hastío y desesperanza se ven enfrentados al amor que siente por Luisa. Así comienza una lucha por comunicárselo a través de diferentes rostros.
Fueron 5 semanas de rodaje, es una película totalmente hecha de manera independiente. La hicimos sin guión era un relato corto de 15 paginas, hicimos unas cosas en ensayo y otras en el set. Creando una fábula moderna con elementos fantásticos sobre un personaje que cambia de cuerpo, y ver como es posible enamorarse de alguien sin importar la apariencia sino de la esencia.
Lo que quería era la esencia de alguien y un ladrón de cuerpo y mi relación amor odio con la ciudad. Era el hecho de empezar con un hombre viejo con una amiga, el cambio abrupto de dormir y despertar como una mujer, eso generó mucha expectativa. Una de las piezas del cine es la imagen, tiempo suspendido, siempre me ha interesado crear imágenes interesantes que tenga varios planos de lectura que nos inviten a reflexionar. Pensamos que el blanco y negro era la mejor versión para tener un pie en la realidad y otro pie en la fantasía, quizás soñar tener nostalgia.
No está iluminadas y por eso tiene un look diferente que va con la ciudad y un relato urbano. La soledad es muy importante tanto en la película pasada y está están en una emergencia emocional, también el cuerpo es una frontera y a una soledad primigenia. Era un punto existencial, es una reflexión de la soledad y vivir en una ciudad así, este rodeado de gente y sentirse solo, como acumulamos nuestras experiencias y se vuelve una especie de velo.
La música junto con la imagen es una herramienta que crea algo, la música dice lo que la imagen o los diálogos no alcanzan a decir.
Iván Hernández, fotografía: Es una historia de la posibilidad todos somos todos, es un personaje inmerso en la ciudad que amamos y odiamos, es esa ciudad de hierro muy abrumadora, el cine en blanco y negro hay muchas vertientes, para mí darle carácter al personaje no era darle luz sino desde donde vemos al personaje, es un mundo secreto porque decides ver esto o no ver hacia afuera o adentro.
Siouzana Melinkian, actriz: No había guion pero teníamos claro lo que se haría en la escena. Fue increíble trabajar así porque te permite desarrollar una acción y llegar.
Una película que permite que los ojos vivían atreves de la nostalgia del personaje en busca de ser alguien y tener lo que todos anhelan un amor, una vida. El juego dela vida y la muerte se ve reflejado en las calles de la Ciudad es monstruo que nos devora sinos descuidamos.