Al cine mexicano le hace falta e llorar su sentido del humor involuntario, además de mostrar las zonas aledañas a la Ciudad de México, tienen subsistiría a veces parecen tan lejanas, es el caso donde se lleva la película Ciudad Neza, el título describe lo que significa crecer y ser de ahí.
Comienza en blanco y negro hablando de aquel pasado donde todo era perfecto, eso creían lis protagonistas, la musca es la base de la relación y los conflictos, vivir la utopía lis mantendrá jóvenes.
Transcurre a tonos sepia, se cae el sueño y te das cuenta de la realidad, ella quiere un bebe y él seguir tocando. Hasta que cada uno logra su objetivo entre una chica que solo vive el momento y un mormón adolescente que se deja llevar por las tentaciones.
Pablo Mondragón «Pensé en hacer los mormones por el cliché de este neo cristianismo, las nuevas religiones hoy en día sobre todo en Ciudad Neza, agregarle a una chica que quiere ser mamá, además tener música haya una banda le da peso a la historia. Se hizo un trabajo de investigación, pero también se aprovechó mucho el cliché sobre el estilo de vida de los mormones, incluidas las citas que tienen un contexto racista».
En los últimos años la música ha cobrado peso en el cine mexicano, es lo que le abra con fuerza esta cinta, sueldo composiciones propias del director,música requirió una amplia investigación entre bandas y combinar la religión, es una pieza importante del juego entre los personajes.
Minezota es un juego entre la nostalgia de crecer entre las calles de Neza, la música que lleva a entender al personaje, el empoderamiento femenino al decir solo disfrutar el momento, surgir la relación a un punto donde ella gana, la opción de dejar todo y empezar de cero.