Hemos visto a Daniel Radcliffe interpretar a todo tipo de personajes para alejarse de su trabajo como Harry Potter, pero parece ser que el actor tomó las cosas demasiado en serio cuando aceptó ser el recepcionista de Nylon magazine.
El trabajo parecía algo sencillo; entregar las llaves del baño, recibir mensajes y paquetes, apuntar las citas y tomarse la ocasional foto con el staff, pero todo se complicó cuando le tocaron algunas tareas un poco más complejas.
Parece ser que al actor no le enseñaron a hacer cosas de mortales.